El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) ha publicado recientemente las bases reguladoras para las ayudas FOCAL 2023-2027, un instrumento destinado a impulsar las inversiones en transformación, comercialización y desarrollo de productos agroalimentarios. Estas ayudas se enmarcan en el Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC), buscando fortalecer el tejido industrial agroalimentario de la región. No obstante, una mirada detenida revela elementos que, en nuestra opinión, son -cuando menos- controvertidos. La razón es que no terminan de ser equitativos, dado que podrían excluir a ciertos colectivos y sectores que también necesitan de este apoyo para competir en igualdad de condiciones, como analizamos punto por punto en este artículo.
Enfoque en las EAPIR y Agrupaciones de Productores
Uno de los aspectos más destacados de estas bases es el peso otorgado a las cooperativas integradas en Entidades Asociativas Prioritarias (EAPIR o EAP) y Agrupaciones de Productores (APPaa). Estos proyectos pueden beneficiarse de un porcentaje adicional de ayuda que oscila entre el 25% y el 30%, dependiendo de las características del proyecto y la entidad promotora. Este enfoque busca fomentar la colaboración y la integración de pequeños productores en estructuras asociativas más grandes, lo que podría traducirse en una mayor eficiencia y competitividad. Sin embargo, también plantea preguntas sobre la inclusión real de pequeñas y medianas empresas que no se encuentren dentro de estas estructuras, quienes podrían enfrentar dificultades para competir en igualdad de condiciones por estas ayudas.
Impulso al cultivo de frutos secos
El pistacho, considerado el cultivo estrella en Castilla-La Mancha debido a su alta rentabilidad y demanda creciente, también recibe un respaldo significativo con un 10% adicional de ayuda para proyectos relacionados con su transformación y comercialización. Otros frutos secos, como las almendras y las nueces, cuentan con un 5% adicional. Este apoyo refuerza el papel de la región como referente en este tipo de cultivos, lo que podría potenciar la innovación y la especialización en este ámbito. Sin embargo, también cabe preguntarse si este tipo de incentivos podría desincentivar la diversificación de cultivos en el sector agrícola, dejando de lado a otros sectores igualmente relevantes para la economía local.
Creación de empleo: grandes empresas en el foco
Un criterio relevante para maximizar la puntuación de las solicitudes es la generación de empleo. Las ayudas otorgan entre un 4% y un 10% adicional para proyectos que creen más de 10 empleos directos. Aunque esta medida busca claramente incentivar la creación de puestos de trabajo en el ámbito rural, las condiciones para optar a este beneficio favorecen principalmente a las grandes empresas. Las pequeñas y medianas industrias, que suelen ser los motores de empleo en comunidades locales, podrían tener dificultades para alcanzar estos umbrales de creación de empleo, lo que podría limitar su acceso a estas ayudas.
Zonas rurales y la igualdad de género: perspectivas contrapuestas
La inclusión de incentivos adicionales para proyectos en zonas rurales en riesgo de despoblación es un acierto que fomenta el desarrollo territorial equilibrado. Estas ayudas, que también se otorgan a proyectos promovidos por mujeres, buscan generar oportunidades en sectores tradicionalmente dominados por hombres. Sin embargo, estas medidas tampoco están exentas de una cierta crítica, ya que el enfoque en la participación de mujeres en el sector agrícola podría posibles prácticas fraudulentas, donde el titular nominal del proyecto es una mujer, mientras que, en la práctica, las actividades operativas recaen en otros miembros de la familia.
Un futuro para los productos ecológicos
Las ayudas también valoran la transformación y comercialización de productos ecológicos, alineándose con las demandas de los consumidores por productos sostenibles y de calidad. Sin embargo, este enfoque podría no ser suficiente para revertir los efectos de la reducción de apoyos a la agricultura ecológica en años recientes. Muchos agricultores han abandonado esta modalidad debido a la falta de respaldo continuo, lo que podría limitar el impacto de estas ayudas. Una estrategia más integral sería necesaria para revitalizar este segmento y atraer nuevamente a los productores hacia prácticas ecológicas.
Selección de proyectos y transparencia
El sistema de concesión de las ayudas en régimen de concurrencia competitiva plantea dudas sobre la objetividad en la selección de los proyectos prioritarios. Aunque la normativa establece criterios claros, como la generación de empleo, la localización en zonas rurales despobladas y la innovación, algunos actores del sector perciben que las decisiones podrían estar influenciadas por intereses específicos o prioridades marcadas por las autoridades. Esto subraya la importancia de garantizar un proceso de selección transparente y equitativo, donde todos los solicitantes compitan en igualdad de condiciones y los beneficios lleguen a quienes realmente puedan generar un impacto positivo en el sector.
Conclusiones
En definitiva, las ayudas FOCAL representan una oportunidad significativa para modernizar y fortalecer el sector agroalimentario de Castilla-La Mancha. Sin embargo, es crucial que las bases reguladoras aseguren una participación más inclusiva y equitativa, atendiendo a las necesidades tanto de las grandes empresas como de las pequeñas y medianas industrias. La transparencia y la aplicación objetiva de los criterios serán clave para maximizar el impacto positivo de estas ayudas y evitar percepciones de parcialidad o exclusión.
Desde Pastrana Ingeniería y Servicios, seguimos comprometidos con apoyar a nuestros clientes en el acceso a estas ayudas, ofreciendo asesoramiento integral para el desarrollo de proyectos competitivos y sostenibles.