Ya son varias las bodegas castellano-manchegas que han dado el pistoletazo de salida a la campaña de la vendimia 2021, con algunas de las variedades de maduración más temprana (también conocidas como “mejorantes”), como es el caso de la Sauvignon Blanc, la Chardonnay o la Moscatel. Hacia finales de mes, se espera que se inicie la recolección del resto de variedades más extendidas por nuestra región, como la Airén o la Tempranillo.
¿Qué previsiones hay para esta vendimia?
Las previsiones para esta campaña no son demasiado halagüeñas, ya que se espera una cosecha muy inferior a la del año pasado. Los efectos de la borrasca Filomena, sufrida el pasado mes de enero, han pasado factura a los viñedos, que han perdido capacidad productiva.
Pero lo peor ha llegado este mismo mes de agosto en forma de ola de calor, los días previos al inicio de la vendimia. El viñedo castellano-manchego ha sufrido las consecuencias de las altas temperaturas y de la falta de agua. Y es que, en esas condiciones, la planta se estresa y pierde más agua que la que es capaz de absorber. La primera consecuencia es el adelanto de la vendimia, debido al incremento de grado de azúcar en la uva. La segunda: una bajada de rendimiento en la producción final, no solo en variedades tempranas, sino también en todo el viñedo en general, tanto de secano como de regadío.
Las primeras previsiones apuntan a que la bajada se situará entre el 15 y el 20% con respecto a la campaña pasada, aunque habrá que estar atento al final de la vendimia para conocer las cifras definitivas.
Cosecha baja pero de buena calidad
A pesar de que se estiman cifras bajas de producción, los responsables de las dos principales Denominaciones de Origen de la región, La Mancha y Valdepeñas, destacan las óptimas cualidades de la materia prima y su transformación en vinos competitivos tanto en mercados nacionales como internacionales.
En el caso de la D.O. La Mancha, su Presidente, Carlos Bonilla, ha destacado que “apenas queda rastro de las enfermedades detectadas este año en algunos de los viñedos manchegos, como el oidio, que se ha controlado muy bien con dos o tres tratamientos”. También recuerda que “no ha llovido y los viñedos de secano manchegos lo van a notar y tendrán menor producción”.
A pesar de todo, Bonilla ha asegurado que esperan estar en la media de su producción, por lo que se moverán entre los 70 millones de botellas del año pasado y los casi 90 millones alcanzados hace dos campañas.
Desde Pastrana Ingeniería y Servicios deseamos una buena vendimia a todos los viticultores de Castilla-La Mancha.