El sector agrícola y el medio rural de la Unión Europea (UE) son decisivos para el bienestar de todos los países y su futuro. Y, por ello, la Comisión Europea ha presentado una Comunicación al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones titulado “El futuro de los alimentos y de la agricultura”, que recoge las directrices del nuevo modelo hacia el que debe dirigirse, con especial atención a la nueva PAC (Política Agraria Común), que será más inteligente, moderna y sostenible.
Tal y como recoge el documento, la agricultura de la UE garantiza la seguridad alimentaria a más de 500 millones de ciudadanos europeos. Los agricultores de la UE son también los primeros conservadores del medio natural, ya que están al cuidado de los recursos naturales del suelo, el agua, el aire y la biodiversidad en el 48% de la tierra de la UE y facilitan sumideros de carbono esenciales y el suministro de recursos renovables para la industria y la energía. Asimismo, una gran cantidad de empleos dependen de la agricultura, bien dentro del propio sector (que emplea de forma regular a 22 millones de personas), bien dentro de la industria alimentaria en sentido amplio (entre la agricultura, la transformación de alimentos y los servicios y la industria minorista generan en torno a 44 millones de empleos).
El papel de la PAC
A pesar de ello, la agricultura se ve considerablemente afectada por la climatología y se enfrenta, con frecuencia, a precios volátiles, catástrofes naturales, plagas y enfermedades, con el resultado de que, cada año, al menos el 20% de los agricultores pierde más del 30% de sus ingresos en relación con la media de los tres años anteriores. Y es ahí donde juega un papel fundamental la PAC, que contribuye considerablemente al mantenimiento de la economía agrícola y de los esenciales medios de vida de las comunidades rurales de varias maneras: a través del apoyo a las inversiones, el desarrollo de conocimientos, la organización de la cadena de suministro, la protección medioambiental y la acción por el clima. Los programas de desarrollo rural 2014-2020 se basan en estos aspectos y suman, además, la contribución a la innovación y a la gestión de riesgos, pero también deben ser los encargados de liderar la transición hacia una agricultura más sostenible.
El documento afirma que, en 2018, se presentará al Parlamento Europeo y al Consejo un primer informe sobre la aplicación del actual marco común de seguimiento y evaluación de la PAC, que incluirá los primeros resultados sobre su rendimiento. La evaluación de impacto, que constituirá la base de la propuesta de la Comisión para la política agrícola común posterior a 2020, tendrá en consideración todos los resultados de la política hasta el momento y utilizará esta información cuando se analicen soluciones específicas para el futuro.
La PAC del futuro
Teniendo en cuenta todo esto, la Comisión afirma que la nueva PAC del futuro debe dar respuesta a los desafíos que se plantean ahora mismo y que se resumen en estos puntos:
- Impulsar el empleo de calidad, el crecimiento y la inversión.
- Encauzar el potencial de la Unión de la Energía, la economía circular y la bioeconomía y al mismo tiempo reforzar el cuidado medioambiental, y luchar contra el cambio climático y adaptarse al mismo.
- Llevar la investigación y la innovación de los laboratorios a los campos y los mercados.
- Conectar plenamente a los agricultores y al campo con la economía digital.
- Contribuir a la agenda de la Comisión Europea en materia de inmigración.
Para cumplir con estos desafíos, la PAC necesita evolucionar en varios sentidos y ajustar sus respuestas a los desafíos y a las oportunidades en cuanto aparecen tanto a escala de la UE, como nacional, regional, local o de la explotación agrícola concreta. El modelo de aplicación seguirá garantizado pero la Comisión evaluaría y aprobaría dichos planes con vistas a maximizar su contribución al cumplimiento de los objetivos y las prioridades de la UE, así como la consecución de los objetivos de los Estados miembros en materia de clima y de energía.
Fuente: «El futuro de los alimentos y de la agricultura» – Comisión Europea
En la práctica, estas propuestas se tendrán que traducir en una planificación mucho más simple, claramente por debajo de los niveles de complejidad que existen en la actual programación del desarrollo rural. “Esta simplificación favorecería además los enfoques integrados e innovadores y permitiría que el marco político fuese más flexible y más propicio a la innovación”, aseguran desde la Comisión Europea.
Desde Pastrana Ingeniería y Servicios nos mantendremos atentos, como siempre, a la evolución de estas políticas agrarias europeas, con el fin de ofrecer a los agricultores toda la información necesaria para encontrar la mejor solución para el desarrollo de su negocio.