España necesita invertir 5.000 millones de euros en depuración y saneamiento de aguas residuales en alrededor de 200 actuaciones de poblaciones que no cumplen con la Directiva Europea, lo que podría acarrear sanciones de Bruselas. Así lo denunció hace unas semanas el Foro para la Ingeniería de Excelencia (FIDEX), durante la celebración en Madrid de la jornada titulada “¿Cómo encauzar el problema del agua en España?”. Cabe señalar que nuestro país ocupa uno de los últimos lugares en la Unión Europea en cuanto a inversión pública en depuración y saneamiento.
Y es que el problema de la depuración de aguas residuales reviste una gravedad importante en nuestro país, en general, y sobre el sector agroalimentario en el que nos movemos, en particular, donde encontramos muchas empresas que aún no cumplen con la normativa de depuración. Si a eso le añadimos, en muchos casos, el carácter estacional de su actividad de recolección, en la que existe un mayor nivel de vertidos, nos encontramos con una situación de saturación de las plantas depuradoras municipales o, incluso, con el vertido directo al cauce sin depurar o sin cumplir con los parámetros de vertido.
Es necesario corregir esta deficiencia para garantizar el cumplimiento de la normativa y evitar las sanciones, por parte de la Unión Europea, que van a comenzar a llegar en breve.
Nuevas infraestructuras y modernización de las existentes
La mencionada inversión de 5.000 millones de euros debe ser afrontada, tanto para la creación de nuevas infraestructuras del agua, como para la renovación y modernización de depuradoras y redes de saneamiento ya existentes.
En Madrid, por ejemplo, los sistemas que existen hoy en día datan de los años 70 y ya no cumplen con los preceptos actuales de calidad exigidos por Bruselas, por lo que ya se ha convocado un concurso para actualizarlos. Otras comunidades autónomas, como Andalucía, Galicia y Castilla-La Mancha, también están acelerando sus procesos de licitación para hacer lo propio, debido a que la situación provocada por la crisis redujo mucho la inversión y no permitió cumplir con el Plan de Calidad de las Aguas 2007-2015.
En el caso de Castilla-La Mancha, el presidente regional, Emiliano García Page, aseguró, durante la conmemoración del Día Mundial del Agua –especialmente dedicado este año al tratamiento de aguas residuales–, que la región contará con un Plan Integral de Depuración que garantizará el correcto tratamiento de las aguas residuales en el horizonte del año 2027. Para ello, se construirán 556 estaciones depuradoras, encuadradas en 10 grupos de depuración, que beneficiarán a 578 poblaciones y que supondrán una inversión de más de 600 millones de euros.
Por su parte, la recientemente fallecida Consejera de Fomento del Gobierno regional, Elena de la Cruz, hizo alusión a la colaboración que hay en marcha entre las consejerías de Fomento y Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural para implantar medios de depuración en la industria agroalimentaria, priorizando los proyectos en la convocatoria de ayudas FOCAL para que esta clase de industrias se adapten a la normativa vigente. “Depuración y reutilización son dos conceptos cuya universalización en Castilla-La Mancha cuenta con el compromiso inequívoco del Gobierno”, aseguró la entonces titular regional de Fomento.
En cuanto a la convocatoria FOCAL, abierta hasta el próximo lunes, cabe señalar que desde Pastrana Ingeniería y Servicios ya se están gestionando ayudas para la construcción de plantas depuradoras sobre algunas industrias agroalimentarias. Asimismo, estamos llevando a cabo una labor pedagógica sobre nuestros clientes, para el cumplimiento de la legislación de aplicación.
El agua es un instrumento esencial para el desarrollo de las industrias, pero es necesario utilizarla de manera sostenible para garantizar el crecimiento pero cumpliendo con la normativa exigida para garantizar el cuidado del medio ambiente.