La campaña de recogida de la aceituna en Castilla-La Mancha ya está en marcha, cumpliendo con todas las medidas de seguridad que la actual situación sanitaria requiere y que vienen recogidas en la Orden 163/2020, de 16 de octubre, de las Consejerías de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Economía, Empresas y Empleo y Sanidad. Al igual que ya ocurriera durante la campaña de vendimia, se ha establecido una serie de medidas de prevención en el ámbito de las explotaciones agrícolas, para todos aquellos trabajadores temporales de la campaña de aceituna 2020, con el fin de minimizar los riesgos de contagio y propagación del virus. Las autoridades confían en que, con la implantación de estas medidas, se logren repetir los buenos resultados obtenidos durante la vendimia.
Así, las empresas deben adoptar un Plan de contingencia Covid-19 que incluya las medidas organizativas, técnicas y de formación de las personas trabajadoras, que aseguren la prevención y el control de la enfermedad entre el personal en todos los procesos relacionados con la recogida, el transporte y almacenamiento de la aceituna. Asimismo, dichas empresas deben establecer medios de coordinación con los agentes sociales, las entidades locales, las autoridades sanitarias y otros agentes involucrados en el sistema para abordar todos los aspectos relacionados con el correcto desarrollo del trabajo, la vivienda y el transporte, el acceso al sistema de salud y a las prestaciones sociales de todos los trabajadores que participan en la campaña.
Principios preventivos frente a la Covid-19
La Orden 163/2020 establece una serie de principios encaminados a prevenir cualquier posible brote de la enfermedad reconociendo que, aún no existiendo el “riesgo cero” sí que ha de haber una estrategia de “riesgo controlado”.
Estos principios se resumen en 4 fundamentales: precaución y cautela; suma de estrategias (reconociendo que ninguna estrategia puede, por sí sola, limitar la transmisión, pero sí que lo pueden hacer muchas pequeñas intervenciones); limitación de las cadenas de transmisión tanto como sea posible; y apuesta por la flexibilidad y adaptación.
En la práctica, esto se traduce que es necesario partir de las “cuadrillas” como un grupo de trabajo estable sobre las que pivotarían las medidas preventivas en la explotación. Dentro de una explotación, los integrantes de una cuadrilla deben estar físicamente separados, tanto como sea posible, y las cuadrillas no deben mezclarse entre sí. Además, en la medida de lo posible se intentará a la hora de confeccionar las “cuadrillas” tener en cuenta que sean coincidentes con grupos estables de alojamiento durante la campaña, preferiblemente convivientes de un mismo dormitorio.
A ello hay que añadir las medidas de prevención personal, que debe cumplir cada trabajador (distancia de seguridad, uso de mascarilla, higiene respiratoria y desinfección de manos), la limitación de contactos, la limpieza y ventilación de los espacios cerrados y una correcta gestión de casos, encaminada a la detección temprana, el aislamiento y el rastreo de contactos.
Una vez elaborados estos planes de contingencia, las empresas deben informar de ellos y de las medidas correspondientes a los trabajadores, estableciendo, asimismo, canales de comunicación que transmitan los mensajes de manera fácilmente comprensible y culturalmente adaptados a todos los trabajadores temporales.
Todas las obligaciones específicas que deben cumplir empresas y trabajadores, se pueden consultar en la Orden 163/2020, publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el pasado 21 de octubre.