El Aceite de Madrid ha obtenido el reconocimiento de la Comisión Europea como producto con Denominación de Origen Protegida (DOP), tras la publicación –el pasado 4 de abril– en el Diario Oficial de la UE de su inscripción en el Registro de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas. Esta identificación entrará en vigor 20 días después de su publicación.
El proceso para alcanzar esta distinción, en la categoría de aceites y grasas, comenzó en octubre de 2019, cuando el Gobierno regional inició esta petición, junto al Consejo Regulador Denominación de Origen Aceite de Madrid. Con este reconocimiento, se premia el esfuerzo de olivareros y productores, así como la calidad de este alimento de proximidad que, gracias a las exportaciones, ya trasciende fronteras.
Más de 20.000 hectáreas de olivar
La Comunidad de Madrid tiene más de 20.000 hectáreas de olivares repartidas en casi un centenar de municipios, si bien las zonas principales se concentran en las comarcas de La Campiña, Las Vegas y Suroccidental. La producción media anual se sitúa entre 4 y 6,5 millones de kilos. En ellas se cultivan las variedades mayoritarias –cornicabra y manzanilla– y otras menos –verdeja, carrasqueña, picual y gordal–. La presencia de estas variedades se ha perpetuado con el paso del tiempo debido a una selección natural, adaptándose perfectamente a las condiciones de la comarca, asegurando una identidad multivarietal con propiedades propias, definidas y no presente en ninguna otra zona de producción de olivar en el mundo. Este ensamblaje natural de variedades principales y minoritarias permite obtener perfiles sensoriales singulares, siendo esta otra seña de identidad única.
Todas estas variedades de aceituna son tratadas en las 18 almazaras existentes, 7 de las cuales fabrican únicamente aceite ecológico.
Los aceites de oliva elaborados en esta región se caracterizan por un sabor único, donde se aprecia una elaboración artesanal que se combina con el respeto al entorno natural. En los últimos años, las plantaciones dado un giro hacia el cultivo ecológico, empleando diferentes técnicas que afecten lo menos posible al árbol y al ecosistema en el que se encuentra.
El Aceite de Madrid ya contaba con la Marca de Garantía, una figura de calidad diferenciada regional que reconoce al de oliva virgen extra (AOVE) obtenido por procedimientos mecánicos hasta lograr un producto con una acidez máxima de 0,8 grados de ácido oleico.