La Soc. Cooperativa San Isidro – Bodegas Lairén nace en el año 1988, tras la fusión de otras tres cooperativas ubicadas en la localidad toledana de Miguel Esteban. En aquel momento, comenzó a andar con un pequeño número de socios y, poco a poco, fue creciendo hasta llegar a los 1.500 actuales. Hemos querido hablar con su Gerente, Jesús Navarro, para que nos cuente la transformación completa que ha experimentado la bodega en estos últimos, de la mano de los servicios de Pastrana Ingeniería y Servicios.
Después de diversos vaivenes y problemas que venía arrastrando la cooperativa, a finales de 2010 –o principios de 2011– una serie de acontecimientos provocan el cambio de directiva y de Junta Rectora. Es en ese momento cuando Jesús Navarro se incorpora al proyecto, asumiendo la dirección y el cambio de rumbo que vive la bodega desde entonces. “Con mi incorporación a la cooperativa, iniciamos el nuevo proyecto en el que llevamos trabajando ya algo más de seis años. Decidimos atacar varios frentes, pero con un objetivo principal en mente: la comercialización de nuestro producto”, comenta Jesús Navarro. “Para ello, necesitábamos acometer diversas mejoras e inversiones porque, en ese momento, la bodega no se adecuaba a las necesidades del cliente, ni de los mercados, ni siquiera de las asociadas a la producción”, añade.
Casi 6 millones de inversión
Para poder afrontar esta inversión se solicita una ayuda FOCAL (2011), gestionada por Pastrana Ingeniería y Servicios. “Confiamos en ellos por su experiencia en el sector vitivinícola. Ellos se encargaron de realizar los análisis y estudios pertinentes para acometer el proyecto de la mejor manera posible, buscando la mayor rentabilidad posible y en el menor plazo”, afirma Jesús Navarro.
En ese momento, se inicia el proyecto. Se habilitan nuevos espacios, se amplía la capacidad frigorífica y los centros de transformación, se implanta el sistema de automatización, se rehabilita el área comercial, y se instalan depósitos autovaciantes y de almacenamiento.
En los años posteriores, se instala el sistema de estabilización de vinos, una planta embotelladora (para dar respuesta a un servicio que, hasta entonces, estaba externalizado), se ejecuta una nave para preparación de vinos de forma previa a su expedición, se amplía la capacidad frigorífica, se amplían los centros de transformación, se implanta un sistema de filtros tangenciales y una unidad de estabilización tartárica. Las últimas mejoras del proyecto ha sido la instalación de la línea de envasado en bag-in-box, así como sucesivas ampliaciones de la capacidad frigorífica y nuevos depósitos. “En total, en estos 6 años, hemos invertido en torno a 5,5 millones de euros –casi 6–. Y, con ello, la transformación ha sido total: prácticamente hemos doblado la capacidad real de bodega física, hemos mejorado todos los procesos de producción, se han automatizado por completo las instalaciones. Hemos conseguido ordenar parcialmente la actividad productiva de la bodega, adecuar la capacidad de elaboración (tanto de blancos como de tintos) a las necesidades finales de los socios ,y finalmente, adquirir la tecnología adecuada que permite la elaboración del tipo de vino que demanda cada uno de los clientes. Con todo ello, contamos con una capacidad de compromiso con nuestros socios de en torno a unos 36 millones de kilos de producción, pudiendo llegar hasta los 45 millones”, afirma Jesús Navarro.
“Cada proyecto ha sido redactado previo análisis de las necesidades que se pretendía cubrir, en coordinación con el Consejo Rector de la Cooperativa y con Jesús Navarro, como Gerente. Gestionamos las correspondientes licencias administrativas, así como las ayudas FOCAL y VINATI solicitadas, hasta el momento de su cobro. Podemos decir que, en estos años, entre el 30 y el 40% de la inversión se ha obtenido a través de subvenciones. Con ello, hemos logrado que una industria que se había quedado completamente obsoleta, haya dado un salto enorme, tanto cuantitativa como cualitativamente y, aunque aún queda trabajo por hacer, para mejorar algunos de los procesos, el resultado ha sido muy bueno”, ha manifestado Florencio Pastrana, Gerente de Pastrana Ingeniería y Servicios.
Bodegas Lairén: capacidad internacional
El resultado de esta gran inversión salta a la vista: “hemos conseguido cambiar los canales de distribución, somos capaces de vender en cualquier lugar del mundo y adaptarnos a las necesidades de todo tipo de cliente… La transformación ha sido muy grande”, asegura Jesús Navarro.
Esto ha permitido a la cooperativa llegar a los mercados internacionales, tanto con graneles como con producto embotellado: China, Kenia, Estados Unidos, México, Centroeuropa o Rusia son algunos de los países en los que sus vinos están presentes, de un modo u otro.
La oferta actual de Bodegas Lairén abarca desde el formato bag-in-box a garrafas de PET, incluyendo, por supuesto, las botellas tradicionales. Cuenta con dos variedades de blancos, Airén y Verdejo; en tintos tienen un Tempranillo, galardonado con la Medalla de Oro en el Concursos Internacional de Vino a Granel de Ámsterdam (Holanda), “que viene a reconocer el éxito de la nueva estrategia”, tal y como afirma Navarro, quien añade que “es un vino que hemos mimado mucho; ahora está embotellado, lleva poco tiempo a la venta, pero tenemos muchas expectativas puestas en él”. Además, cuentan con tinto Syrah, un coupage de tres variedades (Tempranillo, Syrah y Cabernet), un cabernet 100%, un rosado semidulce –más veraniego–, y un vino de Crianza. Todos ellos se comercializan bajo la marca 3V.
En cuanto a la última campaña, Jesús Navarro la ha calificado de “buena”, con una producción en torno a los 30 millones de kilos, “lo que representa una producción media-alta para nuestra zona porque, aunque somos Mancha, nos diferenciamos bastante de la zona de Ciudad Real por la cantidad de agua. Nuestra zona es mucho más seca y, teniendo en cuenta el cambio que vive el clima, cada vez con menos lluvias, el viñedo sufre y llega muy agotado a septiembre. Aun así, la última campaña fue récord en tintos (7 millones de kilos, de los 30 totales, una cifra importante, sobre todo si tenemos en cuenta que estamos en una zona de blancos), gracias a esas inversiones acometidas. El objetivo es que los resultados sigan mejorando cada vez más”, añade.
¿Y el futuro? “Ahora mismo, en Bodegas Lairén estamos inmersos en otro proyecto, incluido en la convocatoria FOCAL 2016, que está acometido prácticamente al 95%. Nos anticipamos, ante el riesgo de exceso de cosecha del año anterior, y prácticamente en dos meses hicimos una obra de en torno al millón o millón y medio de euros. Pero esto no acaba aquí. Nuestro objetivo es seguir creciendo y mejorando toda la zona de elaboración, prensado, etc. Los socios han respaldado todas estas inversiones y el futuro nos depara buenas noticias”, finaliza Jesús Navarro.